En algún sitio leí, no puedo especificar ni a quien ni donde, porque no me acuerdo, (espero que no sean los primeros conatos del temible Alzehimer), que "un árbol cada día es diferente a todos los anteriores", así, mientras trabajo por las calles de este Madrid, tan amado y tan odiado, con la gran suerte y privilegio de poder ver todos los días miles de arboles de los muchos parques, jardines, bulevares, aceras, plazas y alguna que otra terraza, observando los sutiles cambios de color y de formas, veo algunos de hoja perenne los cuales continúan su languido crecimiento, sin prisa pero sin pausa, pero los que mas me sorprenden a diario, son los de hoja caduca, en este otoño en el que poco a poco van perdiendo sus coloridas hojas dejándolos desnudos, preparándose para un largo invierno, mientras que la luz del sol puede traspasar los un poco mas, minimizando las sombras que en el verano nos dieron un buen alivio, espero con ilusión los futuros paisajes que me depararán los próximos días, en los que al final los veré completamente desnudos de follaje con su aspecto huesudo, mientras hibernan pacientemente hasta la próxima primavera.
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